Recoge la luz del sol con las manos




Encontré por casualidad la obra de Tokyo Shibatta. Ella empezó a escribir poesía a los 92 años y le publicaron con 101. Me fascina la frescura de los versos de esta mujer que borda la expresión sensible de lo cotidiano, de los pequeños detalles y de la soledad que agradece la compañía desde la gratitud y no desde la exigencia, todo un reto. 

Se puede leer el librito en una tarde  y después guardarlo a mano para volver a él cuando necesitamos un baño de simplicidad sabia.

En sus palabras:


"Empecé a componer poemas a los 92 años y me he dado cuenta de que a pesar de las dificultades existo gracias a mis recuerdos y a las personas que me han acompañado en este viaje. Aunque me pese la soledad cada mañana, me pinto ligeramente los labios y me alegro de ver el sol a través de la ventana, otra vez..., y sonrío."


El viento, el sol y yo


Cuando el viento llama a la puerta de vidrio,

le dejo entrar.
Y ya que también entra el sol,
Los tres nos ponemos a charlar.

"¿No te entristece estar sola abuela?"

me preguntan el viento y el sol."
"A la larga, todo ser humano está solo,
le respondo."

Lo mejor es vivir 

sin hacer grandes esfuerzos 
y con despreocupación.

Los tres nos echamos a reír.

Cae la tarde.




Imagen Pixabay


Comentaris

  1. Que grande poder llegar a esta reflexión !!
    Es tan importante agradecer cada dia que amanece pase lo que pase... solo porque estamos... i de igual importancia aprender a estar sol@s, ser nuestr@s mejores amig@s !!!

    Gracias...

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