La ofensa


Tod@s conocemos el atropello de la ofensa, bien porque hemos ofendido o bien porque nos hemos sentido ofendid@s. Puede ser por ataque o por omisión, tod@s podemos ser sant@s y villan@s en algún momento.
Las relaciones humanas son inevitablemente expuestas y delicadas y  a veces ocurre que surgen desencuentros que pueden dañar vínculos y  desasosiegan a quién las sufre. 
La calidad de la ofensa depende de quién la emite y quién la recibe, en partes proporcionadas; tiene a ver a menudo con las expectativas que depositamos el el otr@ y en cualquier caso, siempre es cosa de dos actores en el reparto.

Adapto cita del escritor Goethe (1749-1832) que en su texto "Conversaciones con Goethe" describe lo que él llama cinco tipos de "enemigos", a mi entender, un buen resumen de  la naturaleza de las críticas de los otr@s que pueden ser ofensivas:

  • "Los enemigos por estupidez; son aquellos que no me entendieron y me criticaron sin conocerme...
  • Los envidiosos; la gente que no está dispuesta a aceptar la felicidad y honorabilidad que me he ganado con mi talento. Tratan de minar mi fama y de buena gana me aniquilarían...
  • Personas con falta de éxito propio; entre ellas hay algunos talentos destacados pero no aciertan a perdonarme que yo les haga sombra.
  • Los que tienen razón; pues como soy un ser humano y, como tal, no estoy libre de defectos y debilidades, tampoco mis escritos pueden estar exentos de ellos....Esta buena gente es la que menos me ha afectado pues me disparaba cuando yo estaba a millas de distancia.
  • Por su forma distinta de pensar y opiniones divergentes; de las hojas de los àrboles nunca hay dos iguales por lo que entre miles de personas resultará imposible encontrar a dos cuya forma de pensar armonice plenamente."
En el caso de las relaciones familiares y de pareja, se suman otros factores ....

Y de mi cosecha, en la otra banda, algunas reflexiones sobre quién las recibe. 
Se reduce la vulnerabilidad y el embrollo sin fin ante la ofensa  cuando:

  • Actuamos  frenando la impulsividad, esperamos el  momento para la respuesta.
  • Analizamos lo ocurrido y nos ponemos en el lugar del otr@.
  • No callamos ni huímos , afrontamos  lo que nos ocurre, encontramos una buena manera de expresarlo.
  • Contamos con una buena dosis de autonomia personal y autoestima para darnos valor por nosotros mism@s más allá de lo que los otros opinen.
  • Salimos del papel de víctima.
  • Podemos ver más allá del conflicto y preguntar-nos si se puede aprendrer alguna cosa.
  • Reconocemos internamente si actuamos desde la ira , la envidia, el resentimiento, la venganza...
  • Sacamos el polvo al orgullo y actualizamos la humildad.
  • Si es el caso, damos la oportunidad a la conversación y a la reparación.
  • Y también cuando tenemos el valor de decir adiós y cerrar ciclos; mejor des de la congruencia que des del escape. A veces ocurren relaciones dañinas de las que hay que alejarse, sin más.


Dice el refrán popular, "No ofende quién quiere sino quién puede"

"Una de las cosas que ocupa más el tiempo es tener un enemigo "
E.B.White

"Para perdonar uno debe, en primer lugar, comprender"
Agustí Bartra

Imatge Pixabay


Os recomiendo un libro excelente sobre el tema, de Jaume Soler i mercè Conangla, "Sin ánimo de ofender".









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