Contengo multitudes
Somos luces y también sombras.
Ying hacia dentro y yang para fuera.
Río revuelto y remanso de paz.
Lob@s solitari@s y manada también.
Hoy alegría, mañana tormenta gris.
A veces te quiero, otras necesito espacio.
El cobijo nos calma y aún más la libertad.
Fuego, agua, tierra, aire.
Cuerpo, mente, alma, infinitas partes.
Personajes , estados, climas internos que nos habitan, combinación de "yoes". Así somos.
Cada persona como una mezcla única e irrepetible de emociones, recuerdos, anhelos y guiones que andan danzando en busca del equilibrio.
La visión de partes o polaridades que nos conforman es un primer paso del camino hacia la comprensión interna. Mejor dar voz que silenciar. Mejor reconocer que reprimir.
Todas las partes tienen un mensaje para bien que nos conviene tener en cuenta, aunque a veces no lo entendamos a primera vista.
Y a veces hay desacuerdos. La pérdida de energía que nos agota es el conflicto entre partes contradictorias que trabajan cada una por su lado. Son las guerras internas que nos tensionan y nos hacen difícil tomar decisiones y avanzar.
La psicóloga Virginia Satir hablaba de "la reunión de las partes". Cuando hay malestar, conviene sentarlas a todas, darles voz, captar lo que quieren de bueno , sus deseos , sus temores, sus secretos.
Dar un tiempo, un espacio. Ágora interna.
Integrar.
Y luego tramar puentes, atreverse, hilvanar nuevas costuras , repuestas que no aparecen en ningún libro escrito hasta entonces...
¿Que yo me contradigo?
Pues si, soy immenso. Contengo multitudes.
Walt Whitman
Un fragmento de Quim Mesalles, de su libro "La tribu que sana"
Imaginemos un punto opuesto entre opuestos, es decir: entre la tristeza y la alegría hay un punto intermedio donde no existe ni la una ni la otra. Imaginemos la oscuridad sin la luz, no existe la una sin la otra, luego habrá un momento en que no es de día y aún no es de noche...Por ejemplo, cuando una persona tiene un conflicto entre las necesidades intelectuales y las emociones...La cabeza debe expresar lo que quiere, lo que teme, lo que piensa...y el corazón debe expresar sus deseos legítimos, sus emociones, sus sensaciones...y ambos deben hacerlo con total libertad. Si ambas polaridades se escuchan y se atienden pueden llegar a un acuerdo al comprenderse más la una a la otra...
Fritz Perls
Imatge Pixabay
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